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Jueves, 20 de mayo de 2021

Me ha dado por volver a los libros de mi adolescencia lejana, no hace mucho leí otra vez a Blyton toda la serie de Fatty y sus amigos y el policía Goon, y ese mundo para mi sorpresa permanecía indemne mi yo viejo y extremadamente leído era incapaz de contaminarlo, fue una experiencia fantástica. Es curioso que esto ocurra con esos libros porque con los otros, los llamados libros serios, me sucede cada vez con mayor frecuencia lo contrario, no me atrevo a regresar a muchos porque se me vuelven ilegibles y lo peor ridículos son pocos los que aguantan una segunda o tercera lectura. Digo esto porque he encontrado después de mucha búsqueda por librerías de segunda mano uno de estos libros de mi adolescencia lejana, El club del pino solitario, de Malcolm Saville, y lo está disfrutando mucho, y digo lo está porque es el lector adolescente que fui el que lo lee, no mi yo viejo y extremadamente leído. Que maravilla. Ahora estoy buscando El cazador de la pradera, de Karl May a ver si me pasa lo mismo. Pero aún no lo he encontrado.

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© Juan Abreu, 2006-2019