Juan Abreu
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Jueves, 18 de marzo de 2021
Troya, una serie, leo, y voy raudo. Homero es mi único señor, como se sabe. Helena, Aquiles, Paris, el gran Héctor domador de caballos la astuta Penélope Odiseo el vengador ¡como diezma a los pretendientes! y todas las insuperables e infinitas maravillas que sabemos. Pero. ¡Qué veo! En la serie. ¡Aquiles es negro! ¡El gran Zeus es negro! Quedo paralizado por el estupor. ¿Pero es que la epidemia culowoke no respeta ya nada? ¡Es la hélade es el mundo helénico cabrones! Hasta la subnormalidad culogorda izquierdista chochocrática y culowoke debería tener límites. ¡Es Homero, cabrones, respeten! El título completo de la serie es Troya, la caída de una ciudad, pero debería ser Troya, la caída de nuestra civilización. A este paso pronto Don Quijote será moro, Conan el Bárbaro mariquita Mesalina tortillera militante y Superman un trans al que le cortarán el pito y le pondrán tetas.
Oh Dios, ya sé que no existes, pero ¿podrías por favor adelantar lo del meteorito?
