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Domingo, 6 de diciembre de 2020
Y como hablé de Japón decir que me gustaría que esparcieran mis cenizas allá en un bosque lleno de cigarras o en el paisaje de Matsushima o en una falda del monte Nikko al que la gente de la zona llama Gozaemon a ser posible. En el mar no, porque sería como un regresar si huimos hace millones de años del mar y ganamos la tierra por qué volver al mar hasta en la muerte continuar huyendo es mi mayor deseo. La razón para que esparzan lo que quede de mi en Japón es que se halla muy lejos de la isla pavorosa, más lejos está Australia ya lo sé, pero detesto Australia. Japón por el contrario es el país que más me gusta esa combinación de euforia tecnológica, educación extrema, austeridad, perversidad sexual e infantilismo. Que alguien por favor lleve mis cenizas allí.