Juan Abreu
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Viernes, 30 de octubre de 2020
Señor Juan, usted ha venido hoy caliente, me dice una de mis verduleras la que parece un fleje en la cama debe cimbrar pienso siempre. No es con la que bailé el otro día que también es un fleje, pero de otro tipo, esta es otra. Y todo porque he dicho con la mayor inocencia que no se puede vivir sin el pepino o algo así y ellas enseguida se alborotaron y me dieron la razón y clamaron entre risas ¡sin pepino no se puede vivir! Y. Por poner otro caso. El otro día una la más tetona dijo las negras no tienen pepitas le había preguntado por las uvas y yo como es natural le respondí no es verdad, todas las negras tienen pepita, y ellas alborotadas otra vez ¡y las blancas también! Lo que sin duda es cierto. ¿Yo caliente? Bueno, un poco tal vez. Pero. ¿Y ellas qué? Mis verduleras tienen un talento especial para captar al vuelo los dobles y triples sentidos de mis comentarios y reaccionar apropiadamente. Adoro a mis verduleras les digo bellezas, princesas, preciosidades y ellas que son todo instinto y biología me dicen señor Juan.
