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Martes, 18 de agosto de 2020
Y mi primer cerebro, qué. ¡Queremos noticias! Me escriben sus fans. Bueno, pues les diré que mi primer cerebro vive una época de esplendor. Es sorprendente, no va al mismo ritmo que mi segundo cerebro o el resto de mi cuerpo ambos vilmente rendidos al tiempo y la edad. Esto me hace muy feliz. Soy un hombre que siempre ha vivido desde su primer cerebro un hombre al que su primer cerebro le ha dictado el rumbo a seguir y la manera de ver y de estar en el mundo. Pero digo época de esplendor porque en los últimos tiempos que yo imaginaba serían también de decadencia para mi primer cerebro de eso nada mi primer cerebro vive de espaldas como se dice al resto de mi cuerpo y está más vigoroso y hasta más estiloso. Su tiempo de respuesta, lo he cronometrado, es el de mi juventud y mi madurez de flacidez total a dureza extrema metálica en cinco segundos. Se ha torcido (a la derecha siempre a la derecha) mi primer cerebro ligeramente en los últimos meses es verdad, pero eso le otorga un aire matonesco que ya me gustaría tener a mí, su nuevo aspecto parece proclamar no sólo te follo y te refollo además te birlo el reloj y la cartera. Qué tipo.