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Miércoles, 17 de junio de 2020
Me gusta el futuro tengo una gran curiosidad por el futuro en el que no estaré y por eso he escrito libros de ciencia ficción o futuristas o como les llamen. Si no hubiera terminado ya con lo de escribir novelas escribiría una sobre la España futura. Sería un país en la novela donde el español habría desaparecido como gran idioma y donde Cataluña, el País Vasco y Galicia y tal vez alguna otra aldea la valenciana posiblemente, serían independientes (aunque seguirían chantajeando y esquilmando a los españoles en nombre de un pasado de oprobios y represión española) y el idioma español estaría prohibido y sólo se hablarían en esas aldeas ya independientes los dialectos autóctonos y Cataluña tendría un clon de Jordi Pujol como gobernante vitalicio y en el País Vasco gobernaría un clon de Sabino Arana, pero lo más curioso en esa España futura es que en las zonas donde se hablara español sería un español a lo mona Chita (que es casi el que hablan hoy las nuevas generaciones de españoles de escuela pública en Cataluña) porque la aspiración máxima para esos remanentes españoles ya en franca extinción sería parecerse a las aldeas catalana vasca y gallega y valenciana tal vez y aparearse con miembros de esas aldeas (algo como lo que hicieron los chinos con los tibetanos, pero voluntario) y al final no sólo desaparecería el español también los españoles. El triunfo de la voluntad aldeana, podría titularse la novela.