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Jueves, 28 de mayo de 2020

Dice VOX que el gobierno de Sánchez no es ilegal, pero es ilegítimo. Falso. El gobierno de Sánchez es un gobierno fraudulento, nacido de una conspiración palaciego-judicial y no tiene nada de legal ni de legítimo. El fraude no es legal ni legítimo, es delito. Sánchez no está en manos de neoetarras, castro-chavistas e independentistas tribales y antiespañoles. Sánchez es la cabeza consciente y activa de estas fuerzas anticiudadanas y del pueblo (es un error llamarlas populistas, no son fuerzas que usen al pueblo, el pueblo es anticiudadano por naturaleza, esas fuerzas anticiudadanas son el pueblo). Como les advertí hace algún tiempo (ya al hablar a los españoles me parece estar hablando a los venezolanos) ideologizar la policía y el ejército es parte fundamental de la estrategia anticiudadana y es una mala señal que Sánchez haya dado vía libre a la operación de control ideológico de los mecanismos de la violencia estatal. Eso quiere decir que se sienten seguros y de que la llamada oposición no es para ellos una amenaza. Ahora irán a por lo que queda del Poder Judicial.

La política es un territorio fronterizo con la delincuencia y el gansterismo. En democracia, la política se mantiene en una brumosa tierra de nadie, la tierra del tal vez sea inmoral e indecente pero no es ilegal. Pero. Sánchez y su pandilla han dejado atrás la zona brumosa y han cruzado la frontera y no parece que nadie sepa como detenerlos.

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© Juan Abreu, 2006-2019