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Lunes, 2 de marzo de 2020

Sánchez ha eliminado todos los mecanismos de control interno de su Partido, el poder se concentra en el Líder del Partido (Partido de Gobierno). Sánchez, el Líder, carece de contención moral o de escrúpulos cívicos. Su objetivo único es el Poder. Sánchez, el Líder, se ha aliado para alcanzar el Poder con fuerzas independentistas tribales y castro-chavistas, enemigas de los españoles libres e iguales y enemigas de la democracia española. La Justicia es el muro de contención. Sí. Es verdad. Pero. ¿Cuánto queda de independencia en la Justicia española? La Justicia española es una Justicia viciada ideológicamente, es una Justicia envilecida por cuarenta años de adoctrinamiento socialdemócrata e izquierdista en las escuelas españolas: los jueces y otros funcionarios del entramado judicial español salen de esas viciadas escuelas y universidades españolas. Añadan a esto líderes sindicales corruptos ideologizados y comprados. Y aún arrojemos al caldero de las brujas un ¿setenta? por ciento de la prensa española ideologizada y al servicio de la mitología izquierdista, anticapitalista y revolucionaria.

La democracia española durará lo que demore Sánchez y sus cómplices en corromper y controlar lo que queda de independencia (y decencia) en las instituciones de la Constitución (una Constitución fallida de inicio, no se olvide, ya que viola su principio fundamental: la igualdad de todos los españoles). Lo que demore Sánchez y sus cómplices en atar de pies y manos a la Monarquía. ¿Se atreverá el Rey a ejercer de Capitán General de las Fuerzas Armadas para detener la Revolución socialista tribal-chavista? Lo dudo.

Los españoles han tomado el camino de la implosión democrática y del castro-chavismo y me pregunto si lo saben.

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© Juan Abreu, 2006-2019