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Jueves, 30 de enero de 2020

“Muestra del éxito de la propaganda comunista es que ha sido capaz de convencer a muchos de que el fascismo y el comunismo son antitéticos y de que sólo existe una escala ideológica que va desde la extrema izquierda a la extrema derecha. De ese modo, como el comunismo se ubica en la extrema izquierda, es una etapa más del camino que han de recorrer los intelectuales para no ser envenenados por el auténtico mal de nuestro tiempo, el fascismo”. Pero. “El comunismo, como el fascismo, fue un intento de crear un movimiento de masas popular y un Estado unido bajo el gobierno de un partido único, con una absoluta cohesión en el logro de un objetivo común. Implicaba eliminar la oposición, empleando para ello cualquier medio, y cambiar la ordenada disputa entre partidos por la discusión clandestina de la única élite gobernante. Exigía también tomar el control de los medios de comunicación, e imponer un principio de mando en toda la economía (…) Ambos movimientos consideraban la ley como algo opcional y los límites constitucionales eran para ellos irrelevantes: ambos eran esencialmente revolucionarios y estaban dirigidos desde arriba por una disciplina de hierro (…) El comunista comparte con el fascista un desprecio primordial por la oposición. Su propósito no es vivir con la oposición, sino removerla: llegar a esa situación en que la oposición ya no exista. La cuestión de la oposición es, sin embargo, la cuestión más importante de la política. Los conflictos entre individuos conducen, por el juego de la libre asociación, a conflictos entre grupos, a rivalidades y facciones que inevitablemente se expresarán en la competencia por el poder. ¿Cómo se ha de tratar esta competencia? Más concretamente, ¿cómo se ha de responder desde el partido comunista a la oposición a su gobierno? Según la predicción de Lenin no habrá oposición, y en cierto sentido esta predicción se cumplió cuando la oposición finalmente desapareció. ¿Para qué otra cosa existió la Cheka.”

Sigo con Scruton qué grande.

Y ahora que lo pienso quiero dedicar esta emanación a todos mis amigos excomunistas y exmaoístas espero que comprendan pobrecillos que nunca estuvieron como creían de parte del Bien, siempre estuvieron de parte del Mal. Ser excomunista o exmaoísta es ser exfascista. De parte del Mal siempre estuvieron.

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