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Leo esta entrevista y ya desde la chapa cuánta tontería. Según la genética, lo siento, pero sí que es posible que una mujer nazca para puta. Lo que debe hacer una sociedad libre es asegurarse de que nadie pueda explotarla ni maltratarla por eso. El señor Poulin tiene buenas intenciones (creo) pero es un compendio de lugares comunes y está instalado (muy cómodamente, sospecho) en la ancestral y religiosa criminalización del sexo (sobre todo del sexo femenino) y desde allí nos lanza su perorata. Hay que perseguir y castigar a los delincuentes que esclavizan a las mujeres y las usan como mercancía sexual pero, a nivel personal, hay que dejarles el chocho en paz. Una sociedad no es verdaderamente libre si no entiende que el sexo es ajeno a la moral y si no entiende sobre todo que la mujer debe ser libre de hacer con su chocho y su cuerpo lo que le plazca. Siempre y cuando cumpla la regla de oro del sexo: todos los participantes de acuerdo.
De la entrevista, me llamó la atención que España sea el país más putero de Europa. Yo nunca he ido de putas ni le he pagado a una mujer por follar ni siquiera porque me la chupe. Pagarle a una mujer porque me la chupe me parecería degradante (para mí). Que España sea uno de los mayores consumidores de drogas del mundo y además el mayor putero de Europa dice algo, ¿no?
El señor Poulin cae, naturalmente, en la chorrada del poder masculino y habla de unas strippers y de que los hombres no van a ver mujeres a los clubs de strippers sino culos. ¡Pues claro que van a ver culos! Y qué. Qué hay de malo con querer ver culos, los culos son maravillosos ¡que alguien obligue al señor Poulin a leer a Camille Paglia, por favor!
Toda mi vida dedicado a intentar liberar sexualmente a la especie pero el mundo sigue lleno de poulins que van por el mundo disfrazados de defensores de la mujer pero que no son más que curas. ¡Curas progres!
Porque al final de todo el culpable es el neoliberalismo. Hombre, claro, y quién iba a ser.
